lunes, 31 de enero de 2011

¿Por qué podemos ver el pasado mirando las estrellas?


De vez en cuando aparecen en las noticias titulares del estilo: "Científicos descubren una estrella que explotó hace 1500 años". ¿Y cómo lo saben si no estaban allí? Y es que, los astrónomos parecen estar empeñados en subir al espacio cada vez telescopios más y más potentes que les permitan mirar más y más lejos. ¿Por qué ese afán? ¿Por qué quieren mirar tan lejos?

(Telescopio espacial Hubble)

No es que se hayan aburrido de las estrellas más cercanas, ni que se las sepan de memoria, no. Lo hacen porque mirando tan lejos puedes ver el pasado. ¡Así es! Y esto no es nada nuevo, no os vayáis a pensar que se ha descubierto una máquina del tiempo o algo por el estilo. Fijaros que yo no he dicho viajar al pasado, sino ver el pasado. Como se suele decir, el espacio es una ventana hacia el pasado.

Vamos a explicarlo un poquito. Seguramente habréis oído, que un truco casero para saber a qué distancia ha caído un rayo, es contar los segundos desde que lo ves, hasta que oyes el trueno, y dividir entre 3. El sonido viaja rápido (a uno 340 m/s), sin embargo la campeona de las velocidades es con mucho la luz (300.000 km/s!!). Por este motivo, si un rayo cae a 1km, lo veremos casi instantáneamente, mientras que el trueno (el sonido) tardará 3 segundos en llegar a nosotros. El sonido, a pesar de ser rápido, en grandes distancias no es lo suficiente y tarda un tiempo en llegar a nuestros oídos.

Pues lo mismo pasa en el espacio con la luz. La luz, que era la superchampion de la velocidad, en la inmensidad del espacio, se queda corta. Las distancias son tan tan grandes, que hasta la luz sufre ese retraso hasta que llega a nuestros ojos. Si recordáis la anterior entrada de ¿Por qué no se puede superar la velocidad de la luz?, contábamos que un año luz, no es una medida de tiempo, sino de longitud (en concreto es la distancia que recorre la luz en un año). Cuando decimos que una estrella está a 4 años luz, significa que la luz que proviene de ella ha tardado 4 años en llegar hasta nosotros. Por lo tanto, al mirar a esa estrella, lo que estamos viendo, lo que llega a nuestros ojos, no es lo que ocurre en la actualidad allí, sino lo que pasó en esa estrella hace 4 años. ¡Estamos viendo el pasado!

Extrapolando esto, si observamos una estrella que se encuentra a un millón de años luz, estamos viendo cómo era el universo hace un millón de años!! De ahí viene el interés de los astrónomos por mirar tan lejos. De cara sobretodo a investigar el origen del universo y cómo fueron sus primeros pasos, esta técnica se hace muy necesaria.

¿Y el récord? Pues creo que por ahora está en ver lo que ocurrió hace 13 mil millones de años. ¡Ahí es nada!

Recordaros que podéis dejar vuestras preguntas en los comentarios o bien escribir a: los.porques@gmail.com.

ACTUALIZACIÓN: La NASA publicó hace unos días el récord del Hubble: 13.2 mil millones de años!!

domingo, 23 de enero de 2011

¿A qué huelen las nubes?


Sí, no es coña. En esta entrada responderemos a esta eterna pregunta que tanto os ha comido la cabeza. Tengo una amiga que desde que creé el blog me vacila con ello, y hoy por fin querida Rebeca, lo creas o no, ahí va la respuesta.

Para empezar, veamos qué son las nubes. Muchísima gente cree que las nubes son vapor de agua que flota por el aire. O al menos parecen algo gaseoso, liviano... No más lejos de la realidad. Las nubes están compuestas por gotitas (muy muy pequeñas) de agua que se suspenden en el aire. Así que, así es, las nubes son líquidas!

Cuando el vapor de agua que contiene el aire asciende, llega un momento en que alcanza zonas de menor temperatura y se condensa. Para ello necesita nucleantes que le ayuden, tales como polvo, cenizas, ... Al condensarse se forman gotitas de agua minúsculas que dan lugar a la nube. Por supuesto, cuando esas gotas se hagan más y más grandes, llegará un momento en que caerán al vacío en forma de lluvia.

Volviendo a nuestra pregunta. Si las nubes son agua, y el agua, como bien hemos aprendido desde niños, es incolora, inodora e insípida; la solución es sencilla: las nubes no huelen a nada!!

La verdad es que ¡ojalá! Los que vivimos en grandes ciudades hace mucho que el aire que nos rodea dejó de ser inodoro, pero eso es otro tema que hoy no viene al caso.

Para terminar, quisiera recordaros que podéis enviar vuestras preguntas (aunque sean tan chorras como esta) a los.porques@gmail.com.

PARA QUIEN QUIERA SABER MÁS:

Os enlazo un post de mi compañero Eugenio Manuel que me gustó mucho y sobre el que he basado esta entrada:


En él encontraréis un explicación más detallada, más información y unos experimentos caseros muy interesantes.

lunes, 10 de enero de 2011

¿Qué son las turbulencias?

Feliz año a todos!

Vamos a comenzar el año con una pregunta que me habéis enviado varios de vosotros:

Hola Jesus,
mi pregunta es porque los vientos cruzados pueden derribar una aeronave de 60 toneladas, que posee 2 potentes motores? gracias,espero tu respuesta.
Luz

Felices Fiestas!!!
Bueno cómo vas a tener tiempo para preparar nuevas entradas aquí va una, qué son las llamadas "turbulencias" de un avión?
Un abrazo enorme
Vic


Mi intención es que cuando terminéis de leer esta entrada digáis: "Pues para lo que se debería de mover, la verdad es que no se nota casi nada".

Para ello voy a poneros el siguiente ejemplo. Poned un trocito de papel flotando en un vaso de agua, será nuestra avión. Nosotros iríamos montados en él. Los aviones, al igual que nuestro papelito flotan en un fluido, el aire. Si el agua está calmada y no se mueve, el papel estará quieto en su sitio, casi sin sufrir "meneos".

Sin embargo, nuestro avión se mueve respecto al aire, de hecho se mueve muuuy rápido. Como no podemos poner nuestro papelito a 1000km/h, simplemente empujadlo con el dedo y soltadlo. Veréis que en su movimiento ya comienza a oscilar y no es tan estable como al principio.

Pero no todo queda aquí. Hasta ahora el agua de nuestro vaso estaba quieta, pero con el aire no ocurre lo mismo. El aire sufre continuos cambios de temperatura, presión, corrientes, ráfagas, vientos... Probad a mover el vaso y os resultará imposible que el papel se esté quieto, sin moverse.

Todas estás acciones hacen que la fuerza que mantiene al avión en el aire (la sustentación) pueda variar repentinamente. La sustentación depende de la densidad del aire, y si el avión entra en una corriente de aire caliente, por ejemplo, puede perder parte de su sustentación de golpe, dando lugar a una turbulencia (como si el avión pasara por unos baches). Ni que hablar entonces de ráfagas de aire que golpeen el avión o hagan variar su velocidad respecto al aire (es lo que más influye en la sustentación). Entenderéis ahora el mérito que tiene que el avión se mueva tan poco a lo largo de un viaje.

El avión, por supuesto, está diseñado para absorber la mayor parte de esas turbulencias. Por eso, el pasajero no tiene sensación de estar volando, a diferencia de nuestro papelito. Además, el avión dispone de un sistema (el weather radar) que le indica donde están las tormentas y corrientes, para que pueda evitarlas.

Sin embargo, a pesar de todo esto, puede ocurrir, como Luz decía, que un avión pequeño se vea en algún apuro de encontrarse con turbulencias severas o extremas. Me explico. En crucero, no pasa nada: pierdes un poco de altura, un susto y vuelves a recuperar el control. Pero imaginad que justamente se da en la aproximación final, con baja visibilidad y a pocos metros del suelo. Esa perdida de altura podría ser fatal. Por este motivo, se prohíben los aterrizajes cuando las condiciones son adversas o el viento supera cierta velocidad. Cuando no se cumplen estas recomendaciones, es cuando ocurren los accidentes.

Para terminar, y para mostraros que lo normal (y si se siguen las recomendaciones) es que no pase nada, os dejo unos impresionantes aterrizajes con viento cruzado y ráfagas laterales en el aeropuerto de Hong Kong. No es exactamente turbulencias, pero merecen la pena:






No quiero irme sin dejar de animaros a que enviéis vuestras dudas y preguntas a los.porques@gmail.com.